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MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE LA BANDA DE SHILCAYO
Municipalidad Provincial de San Martín /Misión
El Gobierno Local Distrital de la Banda de Shilcayo, promueve el desarrollo integral y sostenible de su jurisdicción, orientando su esfuerzo en la adecuada prestación de los servicios públicos locales y en la mejora de la calidad de vida de su población.
Visión
Hacer de La Banda de Shilcayo, una Ciudad competitiva y ecológica, que crece organizadamente hacia un desarrollo sostenible, en la mejora de la calidad de vida de la población.
Historia MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE LA BANDA DE SHILCAYO
APUNTES INICIALES
El distrito de la Banda de Shilcayo, tuvo un nacimiento poco feliz. Nació entre
palos, pedradas, escopeta, barricadas, gritos de protesta y amenazas.
Todo surgió cuando los pobladores se enfrentaron en dos bandos contrarios.
Felizmente la sangre no tiñó las aguas del Shilcayo.
El grupo mayoritario se oponía tenazmente a la creación del distrito. Armados
de palos y piedras y voceríos amenazantes impidieron que las autoridades
políticas, militares y religiosas ingresaran al pueblo e inauguraran
oficialmente la creación del distrito.
El Padre Andrés Asenjo, cargado de años, acompañado de las demás autoridades en
medio de gritos hostiles lanzados desde lejos, atravesó el entonces puentecito
de madera que comunicaba a la Banda con Tarapoto. Llego a la casa del señor
Francisco Goicochea, a orillas del río, luego de vencer la resistencia del
propietario, quien se oponía también a la creación y bendijo el nuevo distrito.
Sus palabras cansadas se escucharon en silencio a las once de esa mañana.
Y hubo fiesta en la casa del paisano del Padre Asenjo. Pero fue una celebración
minimizada por la división del pueblo. El viejo y corrosivo caudillismo,
persecutor de intereses personales, y que mezcla grotescamente esos intereses
con la política, impidió que la inauguración fuera un acto verdaderamente
popular.
Dicen algunos que la oposición surgió porque el pueblo no se le tuvo en cuenta.
Que todo se hizo allá en las alturas. Que las decisiones vinieron verticales
por iniciativa del Senador Víctor Manuel Arévalo, quien sin consultar al pueblo
propuso ante el Senado la creación del distrito.
De él mismo cuentan que venia cargando resoluciones de creaciones distritales,
cada que vez que visitaba a éste su inmenso latifundio. Y que fue un gran
maestro de la política criolla y artesana. Y que para él los maestros eran
fichas que se podían sacar y poner donde y cuando quería. Era la ley del
compadrazgo y la injusticia. Esas prácticas que laceran la dignidad y la
educación de nuestros pueblos despiertan con fiereza de tiempo en tiempo, y
todavía encuentran felipillos de turno.
Otros afirman, que el problema tomó cuerpo debido a antiguas rencillas
familiares. En última instancia - se dice – fue el choque de familias, las
mismas que tras de sí, arrastraban el pueblo shilcaíno como furgón de cola. Y
en uno y otro bando, no estuvo excento del arevalismo y el lavallismo. Este
último sucumbió pronto, quien sabe, por falta de mayor entrenamiento en la
demagogia.
La rastra de esas controversias hasta hoy no ha podido ser superado por
completo. De alguna manera afectan todavía a la capital del distrito.
ALGUNOS APUNTES MÁS DE SU HISTORIA
Indica el profesor Carlos Arévalo García, que la Banda era un barrio más de
Tarapoto. Para irse a la ciudad, los pobladores, que muchos se sienten todavía
“tarapotinos” tenían que sufrir el tortuoso caminito que escalaba la loma,
luego de atravesar el puente de madera sobre el río Shilcayo.
Era apenas un caserío, recuerdan los más viejos pobladores. Con una Plaza
convertida en campo deportivo y con un tremendo charco al centro. A un costado
se levantaba una antigua iglesia de gruesos tapiales, que fue derruida. Contaba
también con una escuela, en la que aprendieron el ABC a golpes de palmetas,
muchos profesionales de hoy. Era mixto y venia funcionando desde 1,963.
Retrocediendo aún más en el tiempo, se encuentra a una escuelita mixta
particular fundada y dirigida por doña Cleofé Arévalo del Aguila, maestra
autodidacta. Su escuelita se transformó en fiscal en 1,953. Como “premio” se la
confinó a Caspizapa, cuando esos lugares del Huallaga Central sonaban remotos,
distantes.
Nunca se sabrá, si ese confinaminiento, tuvo para ella un sabor a injusticia.
Porque arrancarle de su terruño a alguien, es como quitarle un trozo querido de
su existencia. Y doña Cleofé, fundó otra escuela en Caspizapa, fue su creación
heroica. El colegio de la Banda, hoy lleva su nombre.
Se elevó a la Categoría de distrito, a estos trescientos kilómetros cuadrados
de la Banda, el 28 de Noviembre de 1,961, por Decreto Ley 13735, durante el
gobierno de Manuel Prado Ugarteche.
El grupo de primeras autoridades fue encabezado por el señor Adolfo Hildebrant
Sánchez.